Testimonios

Ana es una escribana que deja su auto en una cochera a 2 cuadras de su casa. 

Quería caminar ese trayecto de manera segura prendiendo los reflectores y dando aviso a sus vecinos de su recorrido.

Cinthia fue víctima de violencia de género. 

Quería llevar siempre encima un control que le permita activar el evento de pánico para advertir a sus vecinos en el caso de que su pareja intente acercarse nuevamente.

Alberto es un comerciante que por las noches su negocio queda cerrado y le interesaba instalar un dispositivo que dispare el evento que active la alarma vecinal para disuadir a quienes intenten ingresar.

Adela es jubilada y viaja por prolongados períodos de tiempo dejando su casa sola.

Quería instalar una alarma que le avise a sus vecinos cuando alguien ingrese en su casa en su ausencia y enterarse inmediatamente por el grupo de whatsapp para enviar a la policia.

Esteban es un albañil que luego de haber sido víctima de un robo en el cual perdió el dinero de su jornada de trabajo, no dudo en hacer una reunión con sus vecinos para informarse al respecto del sistema de alarmas y realizar entre todos la inversión para instalarla. 

La suma de dinero invertido fue inferior a la que le habían robado.

Elba es una vecina que al enterarse que en la cuadra siguiente a la suya habían realizado la instalación de un equipo, se movilizó para que también los vecinos de su misma cuadra instalaran la suya. 

De esta manera hicieron de Portela entre Pena y Tucumán un corredor seguro.

Maria Rosa fue quien coordinó la instalación de 4 equipos en su barrio. 

Las conversaciones entre los vecinos se complicaban pero asumió que si no se ponía firme y avanzaban rápidamente, nunca iban a poder contar con la seguridad que necesitaban.

Julio vive hace más de 40 años en su barrio.

Allí crió a sus 3 hijos. 

Hoy adolecentes y tienen una vida nocturna activa. 

Le dió muchísima tranquilidad saber que estaba contando con protección adicional al haber tomado la decisión de instalar una alarma en su cuadra.

Isabel una noche comenzó a sentir un dolor muy fuerte en su brazo izquierdo. 

Como estaba sola y asustada, no dudó en activar el evento de emergencia médica y al acudir un vecino a auxiliarla, la convenció de trasladarla a un hospital donde le dijeron que de haberse demorado unas horas más la situación de salud se hubiese complicado.

Esther cuida a sus nietos durante el día y regresa a su casa por las noches. 

Se quería sentir mas protegida e instalaron  con sus vecinos 2 equipos en la calle Bustillo.

Ema vive en Saavedra y trabaja desde su casa. 

Fue testigo ocular de un robo en su misma cuadra y eso la movilizó a organizarse entre sus vecinos para poder brindarle mayor seguridad a su zona, no solamente para ella, sino también para quienes la transitan.

Mauricio vive con su abuela y le preocupaba dejarla sola mientras se iba a trabajar.

Al instalar la alarma adquirió la tranquilidad necesaria ya que sabía que en el caso de una emergencia sus vecinos podrían ayudarla rápidamente.

El tiempo del confinamiento a Marta le dió muchos temores, al salir de su casa le costaba estar tranquila y decidió hablar con sus vecinos para que puedan organizarse y contar con una alarma en su cuadra.

Raquel fue testigo de cómo los asaltantes que ingresaron a robar al local donde trabaja, salieron corriendo al escuchar la sirena que activó una vecina cuando vió la situación. 

Esa misma tarde volvió a su casa y habló con sus vecinos para instalar otro equipo en su cuadra. 

Los vecinos de Olga instalaron un equipo a la vuelta de su casa y le preocupaba que el control remoto no tenga el alcance suficiente cuando tenga una emergencia médica. 

Al asegurarse que pulsando el botón, sus vecinos podrían escucharla, se decidió a adquirir su propio control.

Raúl es Productor de Seguros y se le ocurrió instalar en su cuadra una alarma para poder reducir el valor de la póliza de seguros de su hogar.

Virginia tenía solamente una alarma domiciliaria instalada y se dió cuenta que podía reforzar la seguridad instalando un equipo en conjunto con sus vecinos y estar doblemente tranquila.

Nicolás vivía en Adrogué, donde contaba con una alarma en su cuadra. Cuando se mudó a Capital, quizo asegurarse de contar con la misma tranquilidad.